Cómo pasa el tiempo. Parece que fue hace cuatro días cuando, hace cinco años, os contaba que mi web cumplía 15 años de vida. Este febrero de 2024, mi web personal www.fcomoreno.net, ya cumple 20 años online y no quería dejar pasar la oportunidad de escribir unas letras. Ya lo decía Gardel en su tango ‘Volver’, «que veinte años no es nada, qué febril la mirada…» y es la verdad, han pasado dos décadas desde que decidí poner en marcha una web personal, experimental donde volcar los conocimientos que iba adquiriendo en este mundillo del desarrollo web y del diseño, mundillo en el que decidí meterme, casi diez años antes, y donde – más de vez que de en cuando – escribir algunas letras para desahogar mi frustrada vocación escritora.
Corría febrero de aquel fatídico 2004, que nos sacudió como nunca nadie nos lo había hecho. Sonaban los tambores de guerra, y España se había metido de lleno en el apoyo a la invasión de Irak gracias al pacto de las Azores. Por aquel entonces, con 28 años, yo ya llevaba tres años participando de forma muy activa en la news de Macromedia General España, los mismos tres años en los que ya estaba al frente de la dirección creativa de una agencia de comunicación de Albacete, y donde a marchas forzadas me estaba tocando aprender mucho y muy deprisa, tanto por las buenas como por las malas.
Eran los tiempos de Macromedia Flash, el apogeo del «Rich media web content” que tan solo unos cuatro años antes había explotado con la aparición de Macromedia Flash. Aquel año, hizo su aparición Flash MX 2004, la primera versión que incluyó una verdadera programación orientada objetos, y todos estábamos desarrollando cosas nuevas y flipando en colores con sus capacidades. Echo mucho de menos aquellos tiempos en los que cada día aprendíamos una nueva funcionalidad flipante que expandía nuestra creatividad, dejando al bigbang a la altura de un globo de agua.
¡Mirad que cara de crío!
No sé la cantidad de webs y CDs multimedia que desarrollamos aquellos años en la agencia. Una cantidad enorme. Entonces empecé a jugar con la integración de sistemas de gestión de contenidos, en especial invertí mucho tiempo en aprender la suficiente programación de PHP (no mucha XD) para integrar un CMS denominado PHP news, con el que de forma muy artesana, podía gestionar los contenidos de mi web que tenía un frontend híbrido de HTML y flash espectacular y un backend medianamente aceptable que me permitía mantener una buena base de datos de contenido.
Y después vino el bendito WordPress que hoy nos da de comer a muchos, como no; y pasando hasta por una pérdida de base de datos de por medio. Y todo lo que vino detrás. Desde entonces hasta hoy, mi web ha ido pasando por diferentes estados, he ido renovando la interfaz, mi propia marca, los contenidos… Hasta lo que veis actualmente.
¿Y qué pasará ahora?
No sé que vendrá ahora. El año pasado puse en marcha el Podcast, y si bien estuve experimentando mucho con la inteligencia artificial y la retransmisión de contenidos en directo; me quedé finalizando la segunda temporada, sintiendo en gran medida que ya no tengo nada nuevo que ofrecer, porque todo el panorama está lleno de contenidos similares; de nuevas figuras que lo hacen genial y que divulgan contenidos de tecnología de una forma increíble, que ojalá hubiéramos tenido a mano hace veinte años.
Si os soy sincero estoy bastante cansado, intelectualmente hablando. Desde hace tiempo no encuentro la satisfacción y el gusanillo que sentía antes por mi trabajo. Y Dios sabe lo que yo he disfrutado con mi curro. También es cierto que he pasado por muchos cambios y bagajes en mi vida que han ido minando un poco mi ilusión por la tecnología; y no puedo, sino reconocer que también ha mermado considerablemente mi capacidad de aprendizaje. Es cierto que ahora, trabajando en diseño de producto digital, y en el diseño de interfaces he aprendido muchas cosas, y hemos puesto en marcha cosas realmente chulas. Pero la verdad verdadera es que a día de hoy tengo que reconocer que me siento cansado. Cansado con respecto al diseño web, un poco quemado del trato con el cliente en general, y un poco hastiado en general con la tecnología. Todo va tan rápido…
En fin. Que veinte años no es nada. Ha sido un buen camino, y me alegro haberlo hecho con vosotros. A ver cuánto más dura.