Para hacer un análisis de lo que pasa en Cataluña y en España ya hay mucha gente escribiendo por internet, con disertaciones más o menos acertadas o de un extremo u otro. Pero he podido darme cuenta de que nadie que viva en este país se puede mantener al margen de lo que está pasando independientemente de su forma de pensar. Lo que yo tengo muy claro es que los fanatismos, vengan de donde vengan, son peligrosos, y hacen que la gente tome partido sin pensar en las consecuencias directas que pueden tener para su vida, o para la gente que no piensa como ellos .
Hasta hace bien poco, he intentado mantener una postura neutral con la mente abierta y pese a tener mi propia opinión, sin decantarme por uno un otro bando; porque entiendo muchas de las quejas que los ciudadanos de Cataluña que quieren la independencia tienen para con el gobierno central; sin embargo hay muchas otras cosas que no. Y también veo que los partidos secesionistas que gobiernan en Cataluña – y pese a haber perdido apoyos en las últimas elecciones – se han envuelto en una espiral de acontecimientos para recorrer un camino peligroso, sin importar si es legal o no, si convienen sus últimas consecuencias o no, y sin importarles si los medios que están utilizando para recorrer ese camino son ética y políticamente cuestionables o no. Por otro lado, la cerrazón al diálogo de un gobierno de la nación; la represión por la fuerza y la manipulación de los aparatos de la justicia para intereses políticos; para mí también son acciones fanáticas y que me avergüenzan profundamente.
Una de las cosas que más me han dolido es como la gente de mi entorno, mis amigos, incluso mis familiares, de una u otra opinión política, se han enzarzado en insultos y desprecios. Muchos de ellos influenciados por los medios de comunicación, televisión, prensa y radio; que vierten basura informativa y politizada de forma constante; o influenciados por unos idelales políticos que legítimos o no, no les dan derecho a arrastrar a los que no piensan como ellos. Esta semana, de las peores de mis últimos años, con diferencia, he abandonado facebook porque no he podido superar que mis amigos de una u otra ideología se echen mierda encima en mi propio muro. Empecé borrando comentarios y acabé cerrando mi cuenta.
Mientras la gente está pendiente de Cataluña, mientras los independentistas están obcecados con su proceso, y los que no lo son con tratar de impedirlo por el medio que sea; mientras hay tensión, discordia y odio, los que de verdad nos gobiernan – los poderes económicos, los poderosos – siguen ganando dinero a espuertas. El Ibex logra la segunda mayor subida del año y recupera los 10.000 puntos. Las acciones de los dos principales bancos catalanes (CaixaBank y Sabadell) se disparan al cierre de la bolsa tras anunciar que saldrán de Cataluña. Y a eso súmale Citröen, Seat y las que vengan… Los valores se mueven, se crea incertidumbre, se invierte y se vuelven a enriquecer a costa de todo ello.
Así que no contéis conmigo para tomar partido. Ninguno tenéis razón, parad este tren, que yo me bajo.